TERESA MURTA

La obra artística que Teresa Murta nos preparó, persiste en una modelación figurativa de elementos anímicos que suponen la mirada curiosa de nuestra propia interpretación. Estos diálogos abiertos entre la artista y la obra, sobrepasan su momento solitario – “la belleza no se reproduce, necesita que la reproduzcan” (Jean Lescure), y resulta en una abstracción de espanto en el público.

AIRBAG es una afirmación durmiente sobre el control y la tolerancia de lo desconocido, la responsabilidad de estar a los mandos de una dirección que nos encamina a una terrible ansiedad de un vacío. Murta, nos sugiere un dripping con una fuerte influencia onírica de pintura automática y que ella identifica como siendo su gestualismo personal.

En este diálogo de ensayo intuitivo de Teresa, el arte se liberta de las imposiciones de la lógica y de la razón, dejándose llevar por la consciencia cotidiana, en que la belleza es un paradojo que surge no sólo de la reunión de elementos dispares, pero de la fuerza de los momentos que anteceden la representación en la tela. Teresa las modela en su pintura de forma libre, a través de una plasticidad y transparencia que en cada camada expresa variación y movimiento y en simultaneo pausa y vacío, que la artista impone como un momento de observación.Lo maravilloso de Murta emerge del cotidiano y nos es revelado sin cualquier tipo de pirotecnia.

Un mundo de reflejos y ensayos de conceptos creativos de una realidad, donde ayer, hoy y mañana son siempre un tiempo presente, el único tiempo posible en la obra de Teresa Murta.
“If everything is real... then nothing is real as well” – The Angriest Dog in the World, 1973 David Lynch.

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The artwork to which Teresa Murta has accustomed us, persists in the figurative modelling of soul elements that presuppose our curious gaze and our own interpretation. These open dialogues between the artist and the work go beyond their solitary moment - "beauty cannot reproduce itself, it must be reproduced" (Jean Lescure), and result in a reflection of astonishment in the viewer.

AIRBAG is an intoxicated statement about the control and acceptance of the unknown, the responsibility of being in charge of a direction that refers to the terrible consternation of the void. Murta suggests to us a dripping of strong oneiric influence of automatic painting which she identifies as her action painting.

In this dialogue of intuitive experimentation by Teresa, art frees itself from the impositions of logic and reason and goes beyond everyday consciousness, where beauty is a paradox, which arises not only from the gathering of disparate elements, but from the strength of the moments that precede the representation on canvas. She models them in her painting according to her will, through plasticity and transparency, where each layer reflects change and movement and even pause and emptiness, which the artist imposes as a moment of observation. The wonder of Murta emerges from everyday life and is revealed to us without any pyrotechnics.

A world of reflections and essays to create a reality, where yesterday, today and tomorrow are always the present time, the only possible time in Teresa Murta's artwork.
“If everything is real... then nothing is real as well” – The Angriest Dog in the World, 1973 David Lynch.

Mercedes Cerón, art director